No existe el crimen perfecto sino malos investigadores, no te conviertas en uno de ellos y unete a nosotros en la lucha contra el crimen.... Que no quede ningun caso impune.

lunes, 11 de julio de 2011

INTRODUCCION A LA TECNICA DE PERFILACION CRIMINAL.

Para determinar el tipo de agresores desconocidos, hunde sus raíces en la criminología, en la psiquiatría, psicología y en las ciencias forenses (psicología forense). En todas sus diferentes formas, siempre ha tenido el objetivo de inferir características delictivas para la investigación criminal o para determinar ciertos hechos en la sala de justicia. Lo que ha variado ha sido el fundamento, los hechos considerados para realizar tales inferencias.


Los profesionales que se han encargado de practicar el perfil criminal han incluido históricamente un espectro numeroso de investigadores, científicos del comportamiento, de las ciencias sociales y expertos forenses. Su contribución se ha dirigido a reducir el número de los posibles sospechosos, ayudar a vincular diferentes casos criminales, y a desarrollar nuevas líneas de investigación en casos no resueltos o que están “atascados” o “congelados”. (cold case)


El término offender profiling (“perfil del delincuente”) fue creado por los agentes del FBI en el centro de entrenamiento de Quántico (Virginia Oeste) en los años 70, para describir la técnica de describir el comportamiento y características probables del autor desconocido de un asesinato.


El primer caso que se conoce es el de Susan Jaeger, una niña que desapareció en 1973 en el estado de Montana, y a la que la policía llevaba más de medio año buscando infructuosamente. Había sido secuestrada mientras dormía en su tienda de campaña, haciendo camping con sus padres. Siete meses más tarde apareció muerta en un bosque cercano, gravemente mutilada (Canter, 1994).


“La geografía es importante en el estudio del crimen y su investigación. Veamos algunos de los elementos geográficos relacionados con el concepto de “distancia”.


El perfil geográfico en la perfilación criminal.
El método de transporte de un delincuente que no cuenta con un medio de transporte particular se ve más limitado en sus acciones. Su zona de seguridad o de comodidad (psicológicamente confortable) se ceñirá a las rutas que conoce por sus actividades rutinarias, donde en lo fundamental se incluye su casa, su lugar de trabajo y los sitios de ocio a los que asiste. (Rutina)
El interés o lugar de destino (motivación de destino) y los diferentes caminos que le permiten lograr el cometido. Todos tenemos nuestras preferencias cuando se trata de elegir una ruta para ir a un sitio. El atractivo del paisaje es una razón, otra es el estado de la carretera, o lo que podamos ganar en tiempo si elegimos ir por un sitio.
Conocimiento del camino; el ir por un sitio que conocemos produce seguridad. Un delincuente se siente más confiado si elige una zona que conoce bien para vigilar a sus posibles víctimas, y donde, eventualmente, pueda esconderse para agredirlas y luego abandonar el cadáver en caso de un homicidio.
Número y tipo de obstáculos; Las barreras geográficas influyen sobre el camino a elegir, así como los puntos donde alguien podría esperar que haya controles Carabineros o de la Policía civil.
Rutas alternativas; si existen unas pocas rutas importantes en una ciudad o comunidad, un delincuente aprenderá rápidamente a valorar las diferentes opciones que cada una le ofrece para sus actividades criminales. Si este número aumenta, la investigación se complica, porque intervienen otros factores en su elección, como el riesgo de ser detectado o la rapidez con la que es posible huir.
Mapas mentales; todos tenemos un “mapa mental”, es decir, una imagen cognitiva de los lugares de nuestro ambiente que hemos ido elaborando mediante nuestras actividades diarias y otras experiencias, junto a nuestra casa, el lugar de trabajo, zonas de comercio y ocio, etcétera. La idea central de estos mapas cognitivos es que los delincuentes también generan sus imágenes mentales de acuerdo a sus actividades rutinarias.


La Escena del Crimen en el criminal profiling.
Las características de la escena del crimen son los elementos distintivos de un escenario criminal, puestos en evidencia por las decisiones de comportamiento del delincuente con respecto a la ubicación de la víctima y del delito, y su subsiguiente significado para el delincuente.


La investigación de la escena del crimen es el corazón del método de trabajo del profiling.


Se basa en el mismo principio de toda investigación criminal: cuando un criminal interacciona con una víctima, hay algo de él que se transfiere a ella o al resto del escenario, así como del escenario o la víctima hacia él. Es el famoso principio de Locard, uno de los grandes nombres de la ciencia forense. En el caso de los psicólogos forenses, se tiene por objeto de análisis primario las huellas psicológicas o de la conducta y el comportamiento observable, deducible o posible de inferir.


El Modus Operandi (Instrumental) del perfil criminológico.
Objeto: Proteger la identidad del delincuente y sostener la impunidad de sus actos: Ello se logra llevando un pasamontañas en la cabeza, guantes, matando a un posible testigo del crimen, cubriendo los ojos de una víctima de violación, etcétera.


Consumar con éxito la agresión: (Estrategias varias) llevando una cuerdas para inmovilizar a la víctima, portando un arma para intimidarla, buscando un lugar donde nadie pueda ver el “asalto”, etcétera. Facilitar la huida tras la agresión: Por ejemplo, mediante el uso y selección de un vehículo, inmovilizando a la víctima para que no pida ayuda hasta pasado un cierto tiempo, etcétera.

La Victimología para la perfilación criminal.
La víctima es la última persona en “presenciar” el crimen. Si logra sobrevivir, la información que puede proporcionar es muy relevante; si fallece, son los hechos de la escena del crimen los que deben de narrar la historia. En cualquier caso, el perfilador o profiler debe averiguar todo lo que pueda acerca de las personas agredidas, porque se trata de una parte esencial dentro del criminal profiling.


A continuación se presentan los elementos necesarios que se deben considerar:


1.-‐ Rasgos físicos


2.-‐Relaciones afectivas (estado marital)


Perfiles criminales de agresores desconocidos


3.-‐ Estilo de vida.


4.-‐ Profesión, Holmes y Holmes (2002).


5.-‐ Educación.


6.-‐ Datos del vecindario.


7.-‐ Historia psiquiátrica y penal.


8.-‐ Historia sexual y social (estilo de vida)


9.-‐Historia médica.


10.-‐Últimas actividades Fuente: Holmes y Holmes (2002)


Modalidades de Muerte
¿Natural? ¿Accidental? ¿Suicidio? ¿Homicidio? R: Una modalidad de muerte se determina Mediante la relación entre la posibilidad de ser víctima (índice de victimización) y los otros elementos del Profiling.


La Firma (Más expresiva que instrumental)


En general, la palabra “firma” se emplea para describir los aspectos distintivos de las conductas realizadas por los delincuentes que sirven sus emociones psicológicas y emocionales. De acuerdo a Douglas y Olshaker (1995, p. 69), la firma “describe el elemento único [del delincuente] y su compulsión personal, el cual permanece estático. Por ello es distinguible del tradicional concepto del modus operandi, que es fluido y cambia”.


Existen dos partes separadas pero interdependientes en esta definición. En primer lugar, está el aspecto general de la firma. Este aspecto general representa los temas emocionales o psicológicos que el delincuente satisface cuando comete el delito. Estos incluyen, entre otros, los siguientes tipos de motivos: lucro; ira, venganza; ganar confianza, experimentación; deseo de afirmarse, de arrogarse el derecho de algo; y el sadismo.


El tema general de la firma se refiere, por consiguiente, al motivo del crimen. La segunda parte de la firma del delincuente la comprenden los aspectos que son manifestados por las conductas de esa firma. Las conductas de la firma son esos actos cometidos por un delincuente que no son necesarios para cometer el delito, están demás, pero que denotan necesidades emocionales o psicológicas del delincuente, es decir, denotan una motivación o necesidad de compensación psicopatológica.
El Motivo o la Motivación Delictual en el Criminal Profiling.
Para Turvey, un motivo es un conjunto de necesidades emocionales, psicológicas y materiales que impelen a una conducta a realizarse con objeto de satisfacer tales necesidades. Si bien no es necesario establecer la motivación del delincuente para que resulte condenado por los tribunales, esa falta es un error de la investigación criminal, o al menos un aspecto de la misma que permanece incompleto. Establecer la motivación del delincuente presenta una serie de ventajas para el equipo de investigación:
Reduce el grupo de sospechosos a aquellos sujetos con un motivo concreto.
Ayuda a vincular diferentes delitos con un motivo semejante.
Junto con otra evidencia de la investigación, establecer el motivo puede proporcionar una orientación sobre la identidad del delincuente.
Junto con otra evidencia de la investigación, establecer el motivo puede proporcionar una orientación sobre el estado mental del delincuente.
En otros casos, el motivo puede ayudar a determinar si de hecho un crimen determinado ha ocurrido realmente (por ejemplo, cuando no aparece el cuerpo de alguien que puede haber sido asesinado, o — en otro ejemplo— establecer la posibilidad de un suicidio).

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